11 May Sin presencia digital tu empresa es como un fantasma
Cuando explico a un cliente la necesidad de que su empresa tenga una buena presencia digital me acuerdo irremediablemente de mi padre y su experiencia.
Aquello ocurrió en el año 2006, cuando Myspace dominaba las redes sociales y Twitter era solo un proyecto. No recuerdo la fecha exacta, pero sí el momento en que me preguntó si debía o no tener un sitio web (bueno, él usó la palabra página y a día de hoy todavía no me veo capaz de corregirle) para su empresa.
Mi respuesta fue un sí rotundo, aunque le advertí que tener visibilidad en Internet exigía una inversión de dinero y de tiempo que quizás no estaba dispuesto a asumir. Con las tendencias de UX en constante evolución (Flash, ¡¡no vuelvas!!) aquel sitio web se quedó obsoleto en cuestión de dos años, sin que nadie asumiese el coste de renovarlo. Las actualizaciones brillaban por su ausencia. El marketing online avanzaba rápidamente y la explosión de la publicidad digital y el escaparate de las redes le pilló sin un plan definido y sin ganas para más. Mi padre se jubiló el año pasado sin cambiar su viejo sitio web, con unas estadísticas de visitas ridículas y ninguna conversión a través de ese canal.
Esta confesión es, a su vez, una pequeña advertencia que sirve para cualquier empresa que quiera competir en la actualidad. La presencia digital es esencial para el éxito de un negocio cuando el grueso de los consumidores potenciales usan Internet durante todo el día.
Presencia digital básica: no solo hay que estar, hay que hacerse notar
Hacer un sitio web o estar dado de alta en las redes sociales más populares no te da más visibilidad por arte de magia. Tener perfiles en Facebook, Twitter o Instagram hará que tu marca aparezca en motores de búsqueda, sí, pero no va a conseguir que tu notoriedad aumente si no tienes un plan definido.
¿Hay alguien ahí?
El principio básico de la presencia digital es que no debe ser estática y debe comenzar por lo más sencillo, aparecer en los motores de búsqueda. El posicionamiento por actividad profesional llegará con el tiempo si se establece una buena estrategia de SEO, pero es posible que un cliente potencial busque más información de tu empresa en Internet antes de ponerse en contacto contigo. No aparecer o aparecer con un sitio web obsoleto va a tener un impacto negativo. Puede dar la impresión de que tu negocio ha cerrado o tiene una actividad muy limitada.
El mismo principio sirve para las redes sociales y los blogs. La preocupación por estar en todas las redes posibles recuerda mucho a la preocupación, hace ya años, por tener un sitio web a toda costa, sin invertir en su posterior mantenimiento. Una página de Facebook que no se actualiza desde hace meses, un perfil mudo de Twitter o un Instagram con solo dos fotografías son poderosos elementos disuasorios. Tener un blog en tu sitio web o tu tienda online ayuda (y mucho) a conseguir buenos resultados de búsqueda en Google y similares, pero si no hay contenido desde hace un año es más un defecto que una virtud.
En cualquiera de los casos, como ya hemos apuntado, todo obedece a una falta de planificación previa y de estrategia. Saber en qué redes sociales debemos y en cuales no debemos estar es casi tan importante como cuidar en las que sí tenemos presencia. A nadie le importa que tu tienda online o sitio web tenga un icono de Snapchat si no lo has usado más que una vez.
Presencia digital para mejorar tu reputación online
Una presencia digital óptima es el primer paso para crear y mantener tu reputación online. Para el nuevo perfil de consumidor, la imposibilidad de interactuar con una marca a través del correo electrónico o sus redes sociales es un factor de frustración que en la mayoría de los casos hará que no vuelvan. Hoy en día es tan importante contestar a una pregunta o encajar una crítica virtual como coger el teléfono si alguien llama a tu oficina. Dar la callada por respuesta tiene un efecto negativo difícil de recuperar y es uno de los primeros síntomas de que puede comenzar una buena crisis de reputación online. Y si llega ese caso, más te vale tener un plan.
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