09 Feb Trump, imagen de marca en tiempos inciertos
Es el personaje de la semana, del mes y al paso al que avanza, lo será del siglo XXI. Donald Trump: empresario, la personalidad pública que encarnó el sueño yuppie de los 80, estrella de reality y desde el pasado 20 de enero, el 45 Presidente de los Estados Unidos de América. Ahí es nada.
Quienes albergaban la esperanza de que por llegar a ser el líder del Mundo Libre iba a sufrir un rebranding después de su demencial campaña electoral se llevan las manos a la cabeza varias veces al día y con razón. Sin entrar en sus capacidades como estadista, en el escaso mes que Trump lleva en la Casa Blanca ha mantenido la imagen de marca (más allá del pelo) que le acompaña desde hace 30 años hasta hacerla florecer en todo su esplendor en plena era de la información.
Trump y el marketing personal: si algo funciona, no lo cambies
Twitter es la red social más utilizado por políticos de todo el mundo (y sus, ejem, equipos) en la que con mayor o menor acierto difunden su trabajo y se dan visibilidad. El presidente de los Estados Unidos de América tiene su propia cuenta @POTUS, creada ex profeso en 2015. Cuenta que, por cierto, perdió millones de seguidores con el traspaso entre Obama y Trump. Pero eso da igual porque ya insinuó que no la quería para nada.
La cuenta @realDonaldTrump, con 24.2M seguidores, diez más que @POTUS; es un espacio personal en el que tiene cabida desde la crítica televisiva, el cotilleo de famosos hasta (ahora) asuntos de Estado, es donde se desenvuelve con toda naturalidad y sin filtro aparente, cualidades que le han convertido en un personaje popular, primero, y en líder político más recientemente. Aunque con estrictas medidas de seguridad –no tiene las mismas consecuencias el hackeo a un multimillonario de la lista Forbes que al mandatario más famoso del mundo– Trump ha continuado ofreciendo su particular mensaje, el que le ha llevado a la presidencia, a través de su cuenta personal. Lo que nos lleva al siguiente punto.
Conoce a tu audiencia y dirígete a sus emociones
Trump ha dicho en repetidas ocasiones, en un discurso que ha calado en las clases populares, que no es un político. Una cuenta oficial en las redes sociales, pues, es un peaje que no está dispuesto a pagar. Tampoco parece haber dado la espalda a lo que esperaba el consumidor potencial (en este caso, los votantes) del candidato más improbable de la historia, a la vista de las polémicas decisiones que toma a un ritmo vertiginoso y que han obligado a los servicios informativos de medio mundo a dedicar espacios especiales para seguir sus pasos. Él sigue a lo suyo y pasa de mantener tensas reuniones con líderes mundiales a usar su cuenta de Twitter (la que le gusta) para arremeter contra una empresa por no vender la ropa de su hija Ivanka. La clase de comportamiento inédito que pide su electorado.
My daughter Ivanka has been treated so unfairly by @Nordstrom. She is a great person — always pushing me to do the right thing! Terrible!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 8 de febrero de 2017
Un buen naming tiene la mitad del camino recorrido
Olvídate del Make America great again. Al fin y al cabo, se trata de un eslogan surgido de una millonaria campaña y es infinitamente inferior al Yes we can de su predecesor. Por contra, apuntad dos términos: fake news y alternative facts. El primero, referido primero a la CNN y Buzzfeed y posteriormente a cualquier medio de comunicación que no comulgue con su ideario, se ha repetido como un mantra hasta calar como el mejor de los nombres comerciales. ‘No, you are fake news’, espetado el 11 de enero a uno de los medios de comunicación más respetados del mundo disparó la popularidad del término en cuestión de horas. Y lo mejor estaba por llegar.
Convierte a los empleados en embajadores de tu marca
Once días después, el 11 de enero, la consejera Kellyanne Conway aseguraba que las declaraciones del secretario de Prensa, Sean Spicer en las que decía que la inauguración de Trump como presidente era la más exitosa, en términos de asistencia, de la historia. Una falsedad que, en palabras de Conway, no era tal, sino una exposición alternativa de los hechos, alternative facts, un nuevo triunfo del naming a manos de una de sus más estrechas colaboradoras. Un concepto tan potente que con menos de un mes de antigüedad ya tiene su entrada propia en Wikipedia.
¿Qué esperar del futuro?
Como demuestra cada día, nuevo presidente de los Estados Unidos se escapa de cualquier análisis predictivo. En White App somos muchas cosas: especialistas en Magento, en desarrollo web y apps a medida y marketing digital. Lo que no tenemos (todavía) es una bola de cristal 🔮
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